Comercialmente, se usan letras para designar el tamaño de las copas y números para la banda o espalda. Las copas pueden ir desde AA, A, B, C en adelante y se encuentra poca estandarización entre fabricantes y países en copas mayores a D. Las copas inglesas no son iguales a las europeas.
Tallas basados en centímetros (España y tallaje francés)
En España la talla que se usa como referencia en el etiquetaje es el talle francés, que viene marcado en las etiquetas como “ESP” o “FRA”. Se calcula en función de la medida bajo pecho (perímetro del tórax medido justo debajo de los senos) y se le suman a esta medida 15 cm. Después hay que normalizarla por aproximación. Por ejemplo, si medimos 74 cm debajo de los senos, el talle es 74+15=89, el talle por aproximación sería el 90, mientras que si medimos 79, 79+15=94 el talle por aproximación sería el 95. Véanse las tablas de talla y copa recomendadas de algunos de los fabricantes más importantes.
El sistema europeo de medida no suma 15 cm al contorno del pecho, de tal forma que un talle 75 europeo es igual a un 90 francés o español. Es el mismo talle con distinto nombre, lo que no ocurre con el talle inglés.
Las copas de ambos sistemas son las mismas y se calculan igual. Las copas se calculan mediante el contorno del pecho (perímetro del tórax medido al nivel del pezón). Para averiguar la copa hay que restar a la medida a la altura del pezón, la medida del tórax por debajo del pecho (sin sumar en este caso los 15 cm). Esta medida resultante nos dará entre 12 cm, para las copas “A”, y 38 cm para la copa “J”, tal como se detalla en esta tabla:
La técnica de levantamiento de un colgajo SCIPP (del inglés Superficial Circumflex Iliac Perforator Propeller Flap) es utilizada principalmente para cubrir defectos cutáneos en el área inguinal, la cadera y el abdomen bajo, como en el cierre de heridas de hernias o reconstrucciones oncológicas. Este colgajo permite movilizar piel y tejido graso superficial sin incluir el músculo, reduciendo así la morbilidad en el sitio donante.
Paso a Paso de la Técnica SCIPP
Planificación Preoperatoria: Antes de la cirugía, se realiza una evaluación con imágenes, como ultrasonido Doppler o angiotomografía, para identificar la perforante de la arteria circunfleja iliaca superficial. Esta es la fuente de irrigación principal que mantiene la viabilidad del colgajo.
Diseño del Colgajo: Se marca un colgajo elíptico en la piel en la región inguinal o de la cadera. El tamaño y forma del colgajo dependen del defecto a cubrir, generalmente siguiendo el patrón de las líneas de tensión naturales de la piel.
Disección del Colgajo:
Incisión y Levantamiento Inicial: Se realiza una incisión cutánea alrededor del colgajo planificado, disecando cuidadosamente la piel y el tejido graso superficial.
Identificación de la Perforante: Durante la disección, se identifica y preserva la perforante de la arteria circunfleja iliaca superficial, que estará cerca del punto pivotante del colgajo.
Levantamiento Completo: La disección se realiza hasta liberar el colgajo en su totalidad, asegurando que se mantenga la conexión vascular intacta.
Rotación del Colgajo: Una vez liberado, el colgajo puede rotarse (o girar en forma de “hélice”) sobre la perforante para orientarlo hacia el área receptora. Este movimiento es crucial para lograr una buena cobertura sin tensión en el sitio donante.
Fijación del Colgajo: Después de colocarlo en la posición deseada, el colgajo se sutura cuidadosamente al defecto, asegurando una adaptación adecuada y evitando tensión excesiva para facilitar la cicatrización.
Cierre del Sitio Donante: El sitio de donde se levantó el colgajo se cierra primariamente o con técnicas de avance tisular, dependiendo de su tamaño. En algunos casos, el cierre se realiza con menor tensión debido al diseño estratégico de la resección.
Consideraciones Importantes
Supervisión del Flujo Sanguíneo: Es esencial preservar el flujo sanguíneo de la perforante para mantener la viabilidad del colgajo.
Manejo Postoperatorio: Se supervisa cuidadosamente la evolución del colgajo para detectar posibles complicaciones como la isquemia o necrosis.
Esta técnica SCIPP es valorada por su capacidad de proporcionar una cobertura confiable con bajo impacto en el sitio donante, siendo especialmente útil en pacientes que requieren reconstrucción de áreas específicas sin comprometer otros tejidos.
El colgajo DIEAP (Deep Inferior Epigastric Artery Perforator) es una técnica avanzada utilizada en cirugía reconstructiva, especialmente en la reconstrucción mamaria post-mastectomía. Aprovecha el tejido de la zona abdominal sin incluir el músculo recto abdominal, lo que reduce la morbilidad en el sitio donante y preserva la fuerza de la pared abdominal.
Paso a Paso de la Técnica para Levantar un Colgajo DIEAP
Planificación Preoperatoria: Antes de la cirugía, se realiza un estudio de imagen, como una tomografía computarizada con angiografía o un ultrasonido Doppler, para identificar y mapear las perforantes de la arteria epigástrica inferior profunda, que son las que alimentarán el colgajo.
Diseño del Colgajo en la Pared Abdominal: Se dibuja el colgajo en la región abdominal inferior, generalmente en una disposición horizontal, similar a una abdominoplastia. La piel y el tejido graso del abdomen inferior servirán para la reconstrucción, dejando una cicatriz baja que suele poder ocultarse con ropa interior.
Incisión y Levantamiento Inicial del Colgajo:
Se realiza una incisión en el borde del colgajo previamente marcado, comenzando con la disección de la piel y el tejido graso hasta llegar a la capa de la fascia abdominal.
Durante la disección, se localizan y preservan cuidadosamente las perforantes seleccionadas de la arteria epigástrica inferior profunda. Estas perforantes conectan el tejido subcutáneo y la piel con los vasos sanguíneos principales situados debajo de la pared muscular.
Disección de la Perforante (Arteria y Vena):
Una vez localizadas, las perforantes se disecan cuidadosamente a través del tejido, separándolas de la pared muscular del recto abdominal sin dañar el músculo. Esto requiere una técnica meticulosa para evitar comprometer la integridad de los vasos.
La disección continúa siguiendo el trayecto de la perforante hasta alcanzar la arteria y vena epigástrica inferior profunda, que son los vasos principales que irrigarán el colgajo.
Levantamiento Completo del Colgajo: Una vez que el colgajo está conectado únicamente a la perforante, se realiza una última liberación del tejido circundante para permitir su traslado. La conexión vascular permite mantener la viabilidad del tejido mientras se traslada al sitio receptor, generalmente el tórax.
Transferencia al Sitio Receptor y Anastomosis Microquirúrgica:
El colgajo es trasladado al sitio receptor y, utilizando técnicas de microcirugía, se realiza la anastomosis de la arteria y vena del colgajo a los vasos torácicos (generalmente la arteria y vena mamaria interna).
Esta conexión es crucial para restablecer la circulación sanguínea y garantizar la supervivencia del colgajo en su nueva ubicación.
Modelado del Colgajo y Cierre:
Una vez que se restablece la circulación, se da forma al colgajo para que simule el tejido mamario.
Se sutura en el tórax y se adapta el tejido para obtener un resultado estético óptimo. Posteriormente, el sitio donante en el abdomen se cierra similar a una abdominoplastia.
Consideraciones y Cuidados Postoperatorios
Viabilidad del Colgajo: Es fundamental monitorizar la circulación sanguínea en el colgajo tras la cirugía para detectar tempranamente cualquier signo de trombosis o insuficiencia.
Recuperación y Movilidad: La técnica DIEAP permite una recuperación más rápida en comparación con otros colgajos que involucran el músculo abdominal, lo que facilita una mejor calidad de vida postoperatoria.
La técnica DIEAP es compleja pero altamente efectiva en términos de resultados estéticos y funcionales, siendo una de las opciones preferidas para reconstrucción de mama cuando se busca preservar la integridad de la pared abdominal.
Para realizar una sutura con hilo, es necesario disponer de un portaagujas que se toma con la mano dominante, una pinza de garra de tipo Adson y una tijera de Mayo para cortar los hilos.. El portaagujas se sostiene suavemente con el extremo del pulgar y la segunda falange del anular, como se sostiene un par de tijeras escolares. La presión ejercida sobre el cuarto dedo permite apretar el portaagujas y cerrar o, al contrario, abrir el trinquete que mantiene la aguja entre las ramas del instrumento. Es frecuente encontrar dos errores en el manejo de los instrumentos por parte de los principiantes. El primero es no utilizar los instrumentos con la punta de los dedos. En este caso, los dedos se hunden en los ojales y el gesto se hace impreciso y difícil. El segundo error, a menudo relacionado con la tensión de la mano, es cerrar demasiado el portaagujas. En este caso, el riesgo es doblar la aguja, que pierde su curvatura, pero también hacer que sea más difícil la abertura del portaagujas, lo que afecta a la elasticidad de la mano y por lo tanto a la precisión del gesto. La pinza, a su vez, se sujeta con la otra mano (la mano no dominante), colocada suavemente en la primera comisura. Se maneja entre los pulpejos del pulgar y del índice, como se sujeta una pluma estilográfica. El error del principiante es sujetar la pinza como un mango de martillo, lo que hace imposible un gesto preciso. Por último, la pinza es un instrumento de prensión, en particular si está provista de pequeñas garras en sus extremos. Si se cierra o aprieta demasiado, estas garras producen lesiones en los tejidos, como dentelladas que afectan a la calidad de la cicatrización.
Hilos
Los hilos se definen principalmente por su tipo de material natural o sintético, su estructura monofilamento o trenzado y, por último, su carácter reabsorbible o no reabsorbible. Actualmente, todos o casi todos los hilos son sintéticos y se clasifican en dos categorías: hilos reabsorbibles y no reabsorbibles. Con menos frecuencia, ya que es de más difícil manejo, se puede utilizar el hilo de acero, en particular para el hueso, pero también para una sutura continua intradérmica de la piel en caso de intolerancia a los hilos reabsorbibles habituales. Clásicamente, los hilos reabsorbibles se utilizan para los tejidos profundos y no se retiran, mientras que los hilos no reabsorbibles se colocan sobre la piel y se retiran. En cirugía plástica, normalmente se rompe esta regla. Por ejemplo, las suturas continuas intradérmicas se realizan con frecuencia utilizando hilos reabsorbibles de las que sólo se retiran los extremos a los 10 o 15 días. En realidad, la elección de los hilos es a menudo una cuestión de escuela y de hábitos personales. Sin embargo, todos los hilos reabsorbibles inducen una reacción inflamatoria más o menos marcada que puede manifestarse por una auténtica intolerancia, mientras que los hilos no reabsorbibles son inertes y sobre todo mejor tolerados por el organismo. Por este motivo, para las suturas vasculares en las que la inflamación puede conducir a la trombosis, los cirujanos siempre prefieren los hilos no reabsorbibles. En el caso de los hilos de sutura reabsorbibles, la velocidad de eliminación es muy variable, puede ir desde unos 10 días a varios meses. En los niños pequeños, para evitar la mala experiencia de la retirada de los puntos, es frecuente utilizar un hilo de sutura de reabsorción rápida, aunque la reacción inflamatoria sea más marcada. Por el contrario, para conseguir una mayor resistencia del tejido cicatricial, por ejemplo para prevenir el ensanchamiento de la cicatriz en una zona articular, es preferible un hilo de sutura de reabsorción lenta. Por lo tanto, para poder realizar la elección correcta, es necesario un mínimo de nociones y de conocimiento sobre los hilos de sutura disponibles en el centro donde se opere.
El hilo de sutura puede ser un monofilamento con un buen deslizamiento en los tejidos o, al contrario, un hilo trenzado con menos buen deslizamiento pero con un mejor agarre del tejido. Así, el monofilamento es preferible para realizar una sutura intradérmica continua larga, mientras que se elige el hilo de sutura trenzado para suturas en tensión o para las aponeurosis.
Por último, la longitud y sobre todo el grosor del hilo de sutura varían y cada diámetro tiene su indicación. En microcirugía, se utilizan los hilos 9/0 y 10/0 (en ocasiones 11/0), ya que están adaptados al diámetro de los vasos que se anastomosan, mientras que en la cirugía de la pared el cirujano utiliza hilos de sutura de un calibre bastante grueso, como el calibre 0 o incluso 1. En el quirófano, para pedir el hilo de sutura y según los hábitos, los equipos utilizan la nomenclatura «ceros» (cuanto mayor es el número de ceros, más fino es el hilo de sutura) o, al contrario, la nomenclatura internacional en decimales. En cirugía plástica, aparte de la microcirugía, los hilos de sutura más utilizados son los de calibres entre 2/0 y 6/0.
Agujas
Las agujas triangulares tienen un excelente poder de penetración de los tejidos, pero son más traumatizantes. Se utilizan en tejidos poco frágiles, como las aponeurosis y el músculo, o difíciles de atravesar, como la piel o el cartílago. Por el contrario, las agujas redondas penetran con más dificultad los tejidos pero los respetan más. Por lo tanto, son preferibles para los vasos, el intestino y las mucosas. Las agujas de cuerpo redondo pero con punta de precisión (forma triangular o punta en corte «diamante») constituyen un buen compromiso, por ejemplo, para la sutura de la piel de un bebé. Cada paso de la aguja obviamente crea una perforación del tejido. Si se pasa la aguja de forma estrictamente perpendicular al tejido, este orificio es justo del diámetro de la aguja. En cambio, si la aguja se pasa de forma oblicua, la perforación es mayor, con riesgo de fuga si se trata de un vaso; esto es peor aún si el cirujano pasa la aguja traccionando de los tejidos de forma intempestiva y sin respetar la curva de la aguja .En este caso, los daños tisulares pueden ser más importantes, con auténticos desgarros. Si se realiza la cirugía con lupas de aumento, estas lesiones son visibles e incitan a una mayor delicadeza. Para facilitar el gesto de pronosupinación de la muñeca es importante utilizar una curvatura adecuada de la aguja. La curvatura de 3/8 de círculo es la más frecuente, aunque en los espacios estrechos y profundos (por ejemplo, para una sutura en la boca en el velo del paladar) resultan interesantes las agujas en semicírculo. En cambio, actualmente las agujas rectas raramente se utilizan, ya que son de manejo peligroso, con un riesgo de punción y de accidente de exposición a la sangre que precisa su declaración. También es importante la longitud de la aguja. Así, para recuperar fácilmente una aguja tras su paso por un tejido subcutáneo muy grueso, la aguja debe ser relativamente larga (24 mm). En cambio, para realizar una sutura continua con facilidad, es mejor utilizar una longitud menor de 24 mm
En la práctica diaria es determinante la calidad de la aguja y, en particular, la calidad del acero. Un acero de mala calidad produce una aguja frágil, que se dobla fácilmente, perdiendo su curvatura, o que se rompe durante su paso, con consecuencias a veces dramáticas cuando se trata de recuperar el fragmento de aguja perdido dentro de los tejidos. En este raro caso, es útil buscarlo utilizando la radioscopia.
Para un manejo más fácil, la aguja se carga en el portaagujas en dos tercios de su curvatura, lo que facilita el gesto de pronosupinación de la muñeca que acompaña la progresión del acero en los tejidos. Sin embargo, para evitar doblar las agujas más finas y para los gestos que precisan una gran precisión, se recomienda colocar las ramas del portaagujas en la mitad del arco de círculo de la aguja.
Por último, en algunos casos el hilo no está engastado en una aguja. En este caso, está enrollado en un carrete que se desenrolla y que se sostiene en la palma de la mano no dominante colocando el anular en el anillo del carrete. Este hilo no engastado se utiliza para realizar ligaduras de vasos alrededor de una pinza de hemostasia que es retirada por un ayudante mientras se aprieta el nudo
Otros medios
Grapas
Se utilizan habitualmente mediante un cargador o pistola de grapas; tienen la innegable ventaja de la rapidez de su aplicación. Son útiles en los pacientes para los cuales el gesto de cierre de la piel debe ser rápido, por ejemplo para fijar los injertos de piel parcial en un gran quemado. Sin embargo, se tarda bastante en retirarlas con un quitagrapas. También se pueden incrustar en los tejidos si la retirada se realiza demasiado tarde. Por último, no siempre se toleran bien, en ocasiones con signos inflamatorios en cada orificio de la grapa . Además, el precio de cargador es proporcionalmente más caro que el de los hilos de sutura. No obstante, las grapas pueden ser muy prácticas en el peroperatorio para el desarrollo de la intervención, por ejemplo para probar el ancho de resección de un huso cutáneo en cirugía tras pérdida de peso masiva.
Pegamento
Fabricado a base de cianoacrilato, el pegamento es útil sobre todo para fijar los injertos de piel de gran superficie o para limitar un «espacio muerto», expresión que describe la ausencia de contacto entre los bordes de una herida. En cirugía plástica, su alto coste limita su uso. Sin embargo, algunos lo utilizan para reparar en urgencia las heridas pequeñas en los niños, aunque el riesgo de dehiscencia no es insignificante, ya que la resistencia mecánica no es muy buena. Además, para una buena eficacia durante su aplicación, la herida debe estar seca y sin sangrado, lo que no es fácil en una herida traumática. Por último, para algunos, el pegamento sustituye a las tiras autoadhesivas para consolidar la sutura y sellar la herida, por ejemplo al terminar el cierre de un labio leporino El pegamento se utiliza también para completar una sutura neural realizada con hilos de sutura.
Hilos «de anclaje»
Se tratan de hilos de sutura especiales cuya característica es la de anclarse firmemente en los tejidos. Se utilizan para las suturas tendinosas u óseas (hilos con anclaje) y en cirugía estética o reparadora de la cara, especialmente cuando está contraindicada una técnica más agresiva o no se desea.Los hilos tensores utilizados en medicina y cirugía estética, principalmente al nivel de la cara, permiten en pacientes poco marcados por el envejecimiento traccionar hacia arriba y detrás los tejidos blandos de la cara sin despegamiento quirúrgico previo. Los hilos tensores son dispositivos médicos implantables, que a menudo se colocan bajo anestesia local. Pueden ser reabsorbibles o no reabsorbibles. Se han creado diferentes estructuras: con muescas unidireccionales o bidireccionales, con púas o con barbas. Estos diferentes diseños permiten un agarre mecánico en la hipodermis. Su eficacia y tolerabilidad siguen siendo muy variables. Dependen del tipo de hilo, de su colocación y de la calidad de los tejidos cutáneos del paciente. Otros hilos lisos y reabsorbibles se dejan flotando, y su acción esperada es una bioestimulación de los tejidos hipodérmicos en los que se implantan.
Diferentes técnicas
Puntos simples
Punto de piel simple.
El punto directo es el más natural de los puntos. Consiste en puncionar el primer borde desde la superficie hacia la profundidad y, a continuación, el segundo borde desde la profundidad hacia la superficie .En la piel, si es posible, se desplaza el nudo hacia un lado de la herida para facilitar su retirada. Además, no se debe apretar demasiado para no provocar una isquemia de la piel, lo que dejaría una marca más visible. Idealmente, deben ser equidistantes y estar separados por una distancia que varía según el tejido suturado (cada 5 mm o más en la piel, mucho menos en un vaso en microcirugía para conseguir una buena estanqueidad). En la piel, los puntos directos pueden ser principalmente epidérmicos y superficiales o, por el contrario, dermoepidérmicos. En este caso, la aguja coge más dermis que epidermis, ya que es la dermis la que proporciona la solidez de la sutura. Además, al colocar el paso de la aguja lo suficientemente próximo al borde de la herida, la marca cutánea que deja el hilo o el nudo es menos importante.
Punto invertido.
El hilo es un cuerpo extraño, más o menos tolerado por el organismo, en particular al nivel del nudo, que constituye un volumen no despreciable de material. Para evitar los inconvenientes de la inflamación así inducida, el punto invertido permite colocar en profundidad el nudo, auténtico paquete de hilos más o menos bien tolerado. Este método se utiliza particularmente para la sutura del tejido subcutáneo inmediatamente antes de realizar la sutura continua intradérmica. La aguja se pasa por el primer borde desde la profundidad hacia la superficie en arco de círculo y posteriormente por el borde contralateral desde la superficie a la profundidad. Una vez anudado, el nudo está bastante profundo y enterrado en el tejido subcutáneo
Puntos complejos
Punto en U o de colchonero
Permite una mejor distribución de la tensión o asegurar una mayor solidez de la fijación. Es particularmente útil para las aponeurosis y las paredes, por ejemplo, durante la reparación de una diástasis de los músculos rectos abdominales.
Punto en X.
Se utiliza principalmente para garantizar la hemostasia en un paciente con alto riesgo de hemorragia. Sin embargo, tiene el inconveniente de originar isquemia tisular y por lo tanto no se debe utilizar prácticamente nunca en la piel, salvo en ocasiones en el cuero cabelludo, en particular en el contexto de un politraumatismo.
Punto de Blair-Donati o de colchonero vertical.
Se trata de un punto que asegura un afrontamiento de los bordes de buena calidad, especialmente para una sutura en tensión. Sin embargo, deja marcas cutáneas bastante importantes. Es más utilizado por los cirujanos generales que por los plásticos, que evitan dejar cicatrices marcadas.
Punto con apoyo dérmico
Punto invertido con apoyos dérmicos.
Se trata de un punto que permite asegurar una buena resistencia de la ligadura y del cierre de la herida en cuestión al tiempo que coloca el nudo en profundidad y no inmediatamente debajo de la piel. Con la aguja se carga la dermis lateralmente de forma bastante amplia, y este paso deja una marca cutánea con una pequeña depresión a esa altura que a menudo inquieta a los pacientes, pero que desaparecerá con la reabsorción del hilo de sutura. Si los puntos se reparten adecuadamente, no producen isquemia de la piel, lo que es esencial en cirugía plástica, en la que uno de los dogmas principales es respetar la vascularización tisular, lo que garantiza una correcta cicatrización.
Puntos tendinosos
Para garantizar una adecuada solidez de la reparación distribuyendo las cargas sobre los extremos del tendón traumatizado, es común utilizar una técnica de colchonero horizontal que pasa por el espesor del tendón y a continuación se apoya en la periferia de éste según la técnica de Kessler. El nudo se anuda en el centro del tendón y no en su periferia para no obstaculizar la excursión del tendón. Por último, se completa la sutura con una sutura continua peritendinosa.
Puntos nerviosos
El nervio está compuesto por varios fascículos rodeados de perineuro y unidos mediante el epineuro. Clásicamente, se recomienda reducir al mínimo el material dentro del propio nervio, al tiempo que se afrontan correctamente los grupos de fascículos. La microcirugía ha permitido grandes avances gracias a materiales de sutura más finos y un manejo más delicado del tejido nervioso. Según las escuelas, se propone utilizar suturas epineural, perineural o epiperineural . En todos los casos, es necesario el dominio de la microcirugía para realizar estas técnicas en buenas condiciones.
Suturas continuas
Sutura continua simple
Está formada por una serie regular de puntos simples no anudados y que no se cortan, salvo en los dos extremos. El paso de cada punto, por supuesto, deja una marca visible. En la piel, la sutura continua simple es útil para completar, por ejemplo, la fijación de un injerto de piel total.
También se utiliza para cerrar una vía de acceso bicoronal de Cairns en el cuero cabelludo para una cirugía de corrección de craneosinostosis o para realizar puntos simples en el tratamiento de una diástasis de los rectos abdominales.Por simplicidad, se utiliza a menudo para cerrar la incisión de acceso en el tratamiento de las orejas aladas. Por último, se utiliza también para terminar la reparación tendinosa sobre el peritendón.
En microcirugía, algunos autores recurren a dos hemisuturas continuas simples para la realización de las anastomosis venosas No obstante, la dificultad reside en el ajuste de la tensión del hilo de sutura sobre el vaso vacío, ya que está pinzado; si está demasiado tenso, puede producir un estrechamiento del diámetro del vaso con riesgo de trombosis; si no está lo suficientemente apretado, permite fugas de sangre entre dos pasos de aguja y hay un fallo de la estanqueidad de la anastomosis, con riesgo de hematoma, de compresión y de trombosis secundaria. Para las anastomosis nerviosas, algunos realizan suturas continuas simples en el epineuro.
Sutura continua cruzada o de camisero
Se utiliza raramente en cirugía plástica, ya que causa isquemia de los tejidos debido al apriete del hilo pasado por el bucle .Sin embargo, es útil en una situación hemorrágica mal controlada en la que la preocupación del cirujano es sobre todo conseguir la hemostasia. Éste es por ejemplo el caso de un paciente con trastornos de la hemostasia o en tratamiento anticoagulante no interrumpido, por ejemplo en caso de una revisión quirúrgica.
Sutura continua intradérmica
Muy utilizada en cirugía plástica, muchas veces al paciente le da la impresión de que no hay sutura para cerrar su herida. Se trata de una sutura continua que se introduce en la dermis de forma continua.Si se ha de retirar posteriormente, es conveniente comprobar durante su realización que desliza bien y que no se bloquea. En este caso, se prefiere un hilo de sutura no reabsorbible bastante sólido, como un nailon 2/0. En cambio, si se realiza con un hilo de sutura reabsorbible, éste se deja y no debe deslizarse. El calibre del hilo en este caso suele ser más fino (de 3/0 a 6/0).
La sutura intradérmica se inicia o termina de tres formas posibles: mediante un punto simple exteriorizado, con un punto invertido cuyo nudo está debajo de la piel o sin punto pero fijo con una tira adhesiva más o menos a distancia del comienzo de la herida. Este último medio se utiliza cuando se desea retirar la sutura intradérmica.
Nudos
El hilo de sutura trenzado precisa de tres a cuatro nudos para que el punto se sostenga, mientras que es conveniente realizar más, alrededor de cinco, en el caso de un hilo de sutura monofilamento que se desliza con facilidad. Idealmente, los nudos se deben colocar a plano e invertidos en cada nudo para conseguir un buen bloqueo. Esto es fácil para los puntos sobre la piel, pero resulta más difícil, incluso imposible, en el fondo de un orificio o de un espacio reducido. En este caso, el nudo que se realiza es una media llave que se desciende como una cabina de teleférico sobre un cable. La mano izquierda tira hacia arriba del hilo, haciendo el papel del cable, mientras que el índice de la mano derecha hace deslizar el nudo en media llave hacia el fondo de la herida.
Técnicas particulares
Punto de ángulo
Cuando la herida es en línea quebrada, por ejemplo en una plastia en Z, los extremos de los triángulos de la Z son muy frágiles. Los puntos simples, si se pasan por esos extremos, tienen el riesgo de desgarrarlos. Así, es recomendable repartir la tensión de la ligadura mediante un punto de colchonero horizontal particular, denominado punto de ángulo. Éste se pasa inicialmente por la piel (epidermis y dermis) y a continuación exclusivamente por la dermis de la punta del triángulo y finalmente de nuevo por la piel, y se aprieta con moderación. Esta técnica se utiliza mucho en el paciente que se trata por secuelas de quemaduras, en el que la piel presenta con frecuencia una epidermis muy fina y una dermis gruesa y fibrosa.
Cómo aprender a realizar suturas
Sólo la práctica regular sobre el tejido vivo permite progresar realmente en materia de sutura quirúrgica. En efecto, la realización del gesto asociado a la percepción y a la sensación del tejido suturado conduce a adaptar este gesto para mejorarlo. La flexibilidad, la precisión y la delicadeza son cualidades importantes para el cirujano. Al principio, el cirujano joven se concentra para tener éxito en las suturas que requiere la intervención quirúrgica. Posteriormente, el gesto se automatiza y se realiza sin dificultad, sin ni siquiera pensarlo. No obstante, es necesario dominar los conceptos básicos, especialmente los nudos que fijan las suturas.
Nudos con la pinza
Es la forma más simple de anudar un punto, pero sólo es aplicable en la superficie. La mano izquierda sostiene el cabo largo del hilo, provisto de la aguja, mientras que la mano derecha sostiene el portaagujas. A continuación se enrolla el lazo del hilo alrededor del portaagujas y se abre el instrumento para sujetar el extremo corto del hilo para apretar el nudo. Para asegurar una buena sujeción del nudo, el primer lazo es doble, se realiza en el sentido de las agujas del reloj y el segundo se realiza en el sentido inverso. Por último, el nudo se aprieta a plano si es posible para no romper el hilo de sutura. Esta técnica economiza la cantidad de hilo de sutura utilizado y permite un gesto rápido muy adecuado para los puntos simples que se realizan sobre la piel, por ejemplo en una herida traumática.
Nudos con la mano
En el cirujano con experiencia, este gesto se convierte en un automatismo y por lo tanto su dominio precisa de un mínimo de aprendizaje. En el caso de un cirujano diestro, la mano izquierda sostiene la bobina o el hilo provisto de la aguja (el cabo largo), mientras que la mano derecha, gracias a la pronosupinación, asegurará el paso del cabo corto del hilo. Para el principiante, lo más difícil es no relajar los hilos (lo que altera el ajuste del nudo ya hecho) durante el gesto de pronosupinación de la mano izquierda. La alternancia del cruce de los hilos sobre el pulgar y el índice permite conseguir un nudo plano y de buena resistencia. En un espacio profundo y reducido, el cirujano no puede realizar nudos planos y recurre a hemilazos que se descienden a lo largo del hilo, que se mantiene tenso como el cable de un teleférico.
Qué técnica para cada tejido
Algunos principios básicos
Noción de plano
La reparación de una herida se realiza por planos sucesivos, respetando si es posible la anatomía inicial. Cada plano corresponde a un nivel tisular. De este modo, para cerrar una herida de la pared abdominal, el cirujano sutura sucesivamente la aponeurosis, el músculo, la grasa y a continuación la dermis y la piel. El desfase de los planos no es propicio para una buena calidad cicatricial, lo que daría diferencias de grosor de los dos bordes. No obstante, a veces se sutura una herida en un único plano, por ejemplo, en el cuero cabelludo, para detener rápidamente el sangrado, a menudo espectacular de este tejido. En otras localizaciones, la piel no es lo suficientemente espesa como para hacer varios planos; éste es el caso de la mano o de la piel palpebral.
Buen afrontamiento
Como corolario del principio precedente, el adecuado afrontamiento permite asegurar una adecuada calidad cicatricial. Los desfases producen irregularidades y rodetes cicatriciales antiestéticos. A la inversa, un afrontamiento insuficiente conduce a la persistencia de espacios muertos. En un espacio hueco no se dejará de formar un derrame, fuente de posibles complicaciones (linfocele, seroma, dehiscencia).
Respetar la vascularización
Éste es el secreto de la cicatrización de los tejidos. Así, los puntos y las suturas continuas aseguran el afrontamiento de los bordes sin estar demasiado apretados, ya que esto provoca la isquemia de los tejidos y por lo tanto la necrosis. Cuanto más vulnerables son los tejidos, con más delicadeza se deben manipular. Las mordeduras intempestivas con la pinza, las tracciones excesivas de los tejidos y los despegamientos exagerados son por lo tanto prácticas que hay que evitar. Por supuesto, en ocasiones el riesgo de desvascularización se relaciona con un contexto poco propicio, por ejemplo en un paciente diabético o muy anciano. Las heridas infecciosas ilustran esto (mordeduras de animales, celulitis, dehiscencia séptica de una herida quirúrgica).
Situaciones simples
Piel
Se realiza con puntos simples directos, puntos complejos, una sutura continua, con un hilo fino o muy fino, reabsorbible o no reabsorbible, una aguja triangular o redonda con punta de precisión, un ajuste muy moderado que asegure sólo el afrontamiento.
Tejido
Punto simple
Punto complejo
Sutura continua
Naturaleza del hilo
Forma de aguja
Monofilamento o trenzado
Calibre
Apriete del nudo
Piel
Sí
Sí
Sí
Reabsorbible o no
Triangular
Monofilamento
4/0 a 6/0
+
Dermis
Sí invertido
Sí con soporte dérmico
No
Reabsorbible o no
Triangular
Trenzado
3/0 o 4/0
++
Grasa
Sí invertido
No
No
Reabsorbible
Triangular o redonda
Monofilamento o trenzado
2/0 o 3/0
+
Músculo
Sí
Sí en X
Sí
Reabsorbible o no
Triangular
Monofilamento o trenzado
+
Aponeurosis
Sí
Sí en X
Sí
Reabsorbible
Triangular o redonda
Trenzada
2/0 a 2
+++
Vasos
Sí
No
Raramente
No reabsorbible
Redonda
Monofilamento
4/0 a 10/0
+
Mucosa
Sí
Sí
Sí
Reabsorbible
Redonda o con punta Precisión
Monofilamento o trenzado
2/0 o 4/0
+
Nervio
Sí
Sí
Sí epineuro
No reabsorbible
Redonda
Monofilamento
9/0 a 11/0
+
Meninge
Sí
Sí
Sí
No reabsorbible
Redonda
Monofilamento
2/0 o 3/0
+
Tendón
Sí
Sí
Sí peritendón
No reabsorbible
Triangular
Monofilamento o trenzado
2/0 o 3/0
++
Subcutáneo (dermis)
Se realizan puntos simples invertidos o una sutura continua intradérmica, con un hilo de sutura reabsorbible, monofilamento, de calibre medio, una aguja triangular y un ajuste medio. La calidad de la cicatriz de la piel depende de la calidad de este plano.
Grasa
Se realizan puntos simples directos o invertidos, con un hilo de sutura reabsorbible trenzado o monofilamento, de calibre medio, una aguja triangular, apretando moderadamente para asegurar la aproximación y la ausencia de espacio muerto.
Músculo
Se realizan puntos simples directos o invertidos, con un hilo de sutura reabsorbible preferiblemente trenzado, de calibre medio, una aguja triangular, un ajuste moderado para no cortar el músculo (fenómeno del alambre de cortar mantequilla).
Aponeurosis
Se realizan puntos simples, puntos en U, puntos en X, que en ocasiones se completan con una sutura continua simple, con un hilo reabsorbible, trenzado, de calibre grueso, una aguja triangular, un ajuste moderado que garantice la solidez.
Vasos
Para las anastomosis vasculares, se realizan puntos simples directos, en ocasiones una sutura continua (para las venas), con un hilo de sutura no reabsorbible (para no crear un trombo), monofilamento, de calibre fino a muy fino (para la microcirugía), una aguja redonda, un ajuste moderado que garantice el afrontamiento de los bordes.
Para las ligaduras de los vasos para realizar la hemostasia, se efectúa una ligadura sin aguja, alrededor de una pinza o puntos en X con una con aguja, de hilo de sutura reabsorbible, trenzado o monofilamento, de calibre medio a grueso, y un ajuste importante para garantizar la hemostasia.
Mucosas
Se realizan puntos simples o en ocasiones suturas continuas no apretadas, con hilo de sutura reabsorbible, trenzado, una aguja redonda o con punta de precisión, y una tensión moderada del punto para no desgarrar.
Nervios
Se realizan con puntos simples, con hilo no reabsorbible, monofilamento para las suturas perineurales o epiperineurales y con hilos de sutura de calibre muy pequeños (9/0 o 10/0) que se completa con una sutura continua de estanqueidad para la parte epineural, con un hilo monofilamento no reabsorbible 7/0.
Meninges
La meninge es un tejido sólido que sin embargo es preciso tratar con el máximo cuidado. En efecto, es la barrera mecánica y biológica última que protege al tejido cerebral. Su abertura, sea traumática o de necesidad (vía de acceso), se debe cerrar sistemáticamente con el máximo cuidado para evitar un riesgo de infección y una fuga de líquido cefalorraquídeo. Se utiliza un hilo de sutura liso no reabsorbible de pequeño tamaño (5/0, por ejemplo). Este hilo está engastado en una aguja redonda de pequeño tamaño.
Tendones
Se realiza un punto de colchonero horizontal o punto de Kessler con una sutura reabsorbible monofilamento de un calibre 4/0, que se completa con una sutura continua monofilamento reabsorbible.
Situaciones más difíciles
Desigualdad de longitud de los bordes
La primera solución es comenzar la sutura por uno de los extremos para transportar progresivamente el exceso del borde más largo al otro extremo, en el que este último forma «una oreja». En ocasiones, con la retracción natural de los tejidos, este exceso se reabsorbe espontáneamente sin necesidad de ningún gesto complementario. En otras ocasiones, la oreja persiste y se justifica una corrección. Un huso cutáneo que incluya la oreja suprime el exceso, pero al precio de prolongar la cicatriz. Para limitar este alargamiento, es preferible realizar la incisión sólo en uno de los bordes de la oreja y a continuación ponerla a plano para determinar la incisión del segundo borde
La segunda solución es, al contrario, comenzar la sutura por la parte media de la herida, separándola así en dos partes iguales. A continuación se coloca un nuevo punto en el medio de cada parte, separando de este modo la longitud en cuatro partes, y así sucesivamente. El exceso se absorbe progresivamente plegando ligeramente en cada punto colocado en el medio de cada segmento. Este método, que aprovecha la elasticidad de la piel, tiene la ventaja de no alargar la cicatriz.
Sutura en tensión
Antes de realizarla, siempre es preferible evitarla, ya que puede causar dehiscencia o ensanchamiento de la cicatriz. A veces, una disección más amplia de los dos bordes permite reducir la tensión, aunque esto no siempre es posible. Igualmente, antes de comenzar la sutura definitiva, se colocan puntos de armazón para repartir mejor los puntos de sutura. También se puede modificar la posición del paciente en el peroperatorio para aliviar la tensión, por ejemplo, acentuando una posición semisentada o levantando las piernas para cerrar una abdominoplastia. Sin embargo, para evitar que la sutura «se afloje», se recomienda descargarla lo máximo posible, por ejemplo mediante puntos profundos como los puntos de capitonaje, que reparten la tensión sobre toda el despegamiento. Así, en una dermolipectomía abdominal, los puntos de alta tensión superior tienen precisamente esta función al transferir la tensión en la región supraumbilical y no sobre la sutura abdominal inferior . En otras localizaciones, la tensión se neutraliza mediante puntos en U, aunque este método constituye en este caso una restricción importante para los tejidos y el riesgo de sufrimiento de los bordes no es despreciable. Por último, los puntos de soporte dérmico también alivian la tensión de la sutura. En todos los casos, el cirujano busca siempre evitar la sutura en tensión, que es una fuente de complicaciones.
Despegamiento importante
Provoca derrames serohemáticos secundarios a pesar de los sistemas de drenaje aspirativo por vacío que se colocan, como los drenajes de redón o el drenaje de Blake. La realización de varios puntos de capitonaje que ponen en contacto estrecho los tejidos superficiales y el plano profundo permite sellar el espacio. Estos puntos se reparten regularmente por toda la superficie de despegamiento. El tiempo dedicado a efectuarlos está más que compensado por un postoperatorio a menudo más simple y más rápido. Esta técnica se utiliza ampliamente, por ejemplo, para cerrar el despegamiento que se crea con la disección del dorsal ancho.
Sutura de los tejidos frágiles
En ocasiones, el grosor del tejido que se va a suturar es muy delgado y en este caso es casi imposible realizar varios planos de cierre. Éste es por ejemplo el caso de la piel de los párpados, que habitualmente se sutura en un único plano mediante una sutura continua intradérmica con un hilo de sutura monofilamento.
En la misma línea, la piel de las personas ancianas es también muy fina y frágil, sobre todo en las zonas fotoexpuestas. Por ello, debe preservarse manipulando la pinza con precaución, por ejemplo durante una cirugía para la extirpación de un tumor cutáneo, que son frecuentes después de los 60 años de edad. Esta recomendación se debe respetar también al tomar el propio tumor para conservarlo en un único fragmento para permitir un análisis patológico correcto.
La piel quemada también es muy vulnerable a pesar del grosor de su dermis, que con frecuencia está aumentado debido a la fibrosis cicatricial. Por el contrario, la epidermis es muy delgada y se despega fácilmente de la dermis. Para alargar las cicatrices, es clásico recurrir al uso de plastias en Z. Ésta es una plastia de transposición. Los extremos de la Z son especialmente frágiles, y es aconsejable la realización de un punto de ángulo
Para proteger la piel, también es posible realizar puntos apoyados sobre un tul vaselinado. Este método evita que el punto anudado produzca una marca demasiado importante en la piel. Esta técnica se utiliza también con láminas de silicona muy finas para modelar la nariz en el tratamiento de un labio leporino.
Sutura de una herida con pérdida de sustancia
En este caso, es inútil realizar una tracción excesiva de los bordes para intentar cerrarla. Es mejor suturar lo que se pueda con puntos simples, dejando las zonas que faltan para cicatrización dirigida por segunda intención. Esta situación es frecuente en caso de mordedura animal, en el que la reconstrucción de los defectos de los tejidos se difiere para un período ulterior. Siempre son preferibles los puntos separados a las suturas continuas, ya que son demasiado estancas y no adecuadas para la situación de urgencia en las que la herida está inevitablemente contaminada.
En otros casos, es la disección de un colgajo de gran tamaño lo que induce una pérdida de sustancia que no se puede cerrar. Para reducir su superficie, no obstante, es posible pasar una sutura continua simple por el espesor de la dermis y a continuación anudar ligeramente en tensión como una bolsa.
Sutura de una herida infectada
Tras la evacuación de una colección séptica (hematoma infectado, absceso, linfocele infectado), la regla es permitir la evacuación ulterior de las secreciones. Por ello, las suturas continuas intradérmicas están formalmente contraindicadas. Son preferibles los puntos simples espaciados y no apretados, ya que permiten la irrigación con suero entre dos puntos en el postoperatorio.
Cuidados y posibles problemas tras la sutura
Retirada de los hilos de sutura
La retirada de los puntos evidentemente concierne sólo a las suturas más superficiales, las otras se dejan en su lugar en el cuerpo. En la mente del paciente, el hilo hace que la sutura sea sólida y la dehiscencia se interpreta como la consecuencia de una retirada demasiado precoz de los puntos. En realidad, el hilo sólo es un soporte del mecanismo natural de la cicatrización, si no obstante el procedimiento quirúrgico se ha realizado con cuidado y sin desvascularización. Sin embargo, si se dejan colocados demasiado tiempo, los puntos dejan trazas más marcadas sobre la piel. En la cara, la retirada de los puntos y de las suturas continuas se realiza a los 5-8 días postoperatorios, mientras que en los miembros y el tronco es posible esperar 10-15 días, incluso 3 semanas.
Postoperatorio
Para las suturas de la piel, habitualmente es suficiente con el lavado con agua o suero fisiológico a partir del tercer día postoperatorio. Algunos autores le asocian una desinfección, aunque ello puede retrasar la cicatrización, sobre todo en caso de injerto. La aplicación de vaselina antes de las curaciones permite la caída de las manchas de drenaje y las costras, y protege en caso de injerto. Lo más común es que se permita la ducha sin apósitos a partir de 5-7 días tras la cirugía.
Intolerancia a los hilos de sutura
Precoz, se manifiesta por enrojecimiento e inflamación local que el paciente interpreta como una «alergia a los hilos». En realidad se trata de una inflamación relacionada con una reacción a cuerpo extraño. Este problema es prácticamente exclusivo de los hilos reabsorbibles y más aún de los hilos de reabsorción rápida. Más tarde, hacia los 2 meses del postoperatorio, esta intolerancia provoca pequeños abscesos que se parecen a furúnculos a lo largo de la sutura. La desinfección durante varios días conduce a la eliminación de residuos de hilos mal reabsorbidos y a una curación bastante rápida de estas lesiones. Para prevenir este pequeño problema, es ideal la elección de puntos invertidos, con el nudo en profundidad, ya que el nudo no aflora a la piel.
Eccematización
Los hilos utilizados originan en raras ocasiones esta reacción cutánea que se relaciona con las colas adhesivas de los diferentes apósitos que se utilizan para proteger la herida. La preparación cutánea preoperatoria, la detersión en el quirófano antes de la aplicación del desinfectante, el edema y las consecuencias del gesto quirúrgico conducen inevitablemente a una cierta vulnerabilidad de la piel que, en los pacientes más reactivos, se manifiesta por eccema. Se recomienda limpiar la herida con agua y gel sin jabón lo antes posible y sin apósito bastante rápido, incluso aunque aún estén colocados los hilos de sutura. En los pacientes atópicos, en ocasiones es necesario utilizar de forma breve una crema con corticoides.
Sufrimiento cutáneo
Los puntos de sutura demasiado apretados, de un calibre no adecuado o aplicados sin contemplaciones y con tracción de los tejidos pueden contribuir a un sufrimiento de los tejidos. No obstante, hay otros factores que se deben tener en cuenta, como tabaquismo, diabetes o arteriopatías, que contribuyen a la isquemia. Un vendaje demasiado apretado, por ejemplo, sobre las orejas, en las que la piel es muy fina, también puede producir una auténtica úlcera por presión. Por último, se debe buscar una indicación incorrecta, una realización técnica aproximada o una causa interna de compresión de los tejidos como un hematoma, para evitar reproducir los mismos errores.
Infección
La herida al final de la intervención no es perfectamente estanca y sólo lo será después de 3 o 4 días. Por este motivo y en las situaciones de alto riesgo de infección (especialmente colocación de material implantable), es preferible no manipular los apósitos colocados en el quirófano durante los primeros 3 días postoperatorios. Algunos recubren además las heridas con películas adhesivas transparentes que permiten un control visual de la herida a la vez que la aíslan. Más tarde, en algunos pacientes los hilos de sutura se reabsorben mal y aparecen pequeños granulomas inflamatorios alrededor del segundo mes postoperatorio. El paciente los interpreta como una infección y generalmente manifiesta su inquietud. Para solucionar el problema, habitualmente es suficiente con una desinfección local. Para evitar esta contrariedad, los puntos invertidos permiten colocar el nudo del hilo, origen de este problema, en profundidad y no inmediatamente por debajo de la piel.
Dehiscencia
Como se ha indicado previamente, la desunión o dehiscencia de la herida se relaciona más con un trastorno de la cicatrización ligado a una infección local o a una necrosis de los tejidos de los bordes que a un problema del hilo. La dehiscencia se trata casi siempre mediante curaciones locales y cicatrización dirigida.
Sutura y cicatriz final
El cirujano realiza una sutura, pero es el paciente quien hace su cicatriz. Según las características de la piel de cada paciente y a pesar de una realización técnica idéntica, el resultado no es siempre el mismo. La herencia genética del paciente es por supuesto determinante. No obstante, se recomienda practicar las suturas con el mayor cuidado posible para al menos controlar lo que es controlable
Chirurgia di Riduzione del Seno: Tutto quello che Devi Sapere
La chirurgia di riduzione del seno, nota anche come mastoplastica riduttiva, è una procedura chirurgica pensata per ridurre il volume del seno, migliorando sia l’aspetto estetico che la qualità di vita delle persone che ne soffrono. Se soffri di dolori alla schiena, al collo, o alle spalle causati dal peso eccessivo del seno, o se desideri semplicemente un aspetto più proporzionato, questa potrebbe essere una soluzione. Di seguito, scopriamo tutto ciò che serve sapere.
Perché Considerare una Riduzione del Seno?
Il seno di grandi dimensioni può influire negativamente sul benessere fisico ed emotivo. Tra i disagi più comuni troviamo:
1. Dolori cronici: il peso eccessivo del seno può portare a tensioni muscolari, dolori alla schiena e al collo, e addirittura mal di testa.
2. Problemi alla pelle: la pelle sotto il seno può irritarsi a causa dell’umidità e dello sfregamento, portando a dermatiti e infezioni.
3. Difficoltà nel movimento: attività come corsa, sport o persino semplici movimenti possono diventare scomodi o dolorosi.
4. Limitazioni psicologiche: alcune persone si sentono in imbarazzo o a disagio per la dimensione del proprio seno, il che può influire negativamente sull’autostima.
Come Funziona la Chirurgia di Riduzione del Seno?
Durante l’intervento, il chirurgo rimuove il tessuto adiposo e la pelle in eccesso per ridurre il volume del seno e migliorarne la forma. La procedura può variare a seconda della tecnica utilizzata, ma generalmente include:
• Incisioni intorno al capezzolo e lungo il seno per consentire l’accesso al tessuto interno.
• Rimozione del tessuto per alleggerire il seno e ottenere un aspetto più proporzionato.
• Riposizionamento del capezzolo per mantenere un aspetto naturale.
L’intervento dura generalmente da due a quattro ore, e viene eseguito sotto anestesia generale. A seconda della complessità e della tecnica utilizzata, può essere eseguito in regime di day hospital o richiedere una breve degenza.
Recupero e Cura Post-Operatoria
Il periodo di recupero varia, ma generalmente si consiglia:
• Riposo: evita sforzi intensi per almeno due settimane e segui le istruzioni del medico per limitare i movimenti delle braccia.
• Compressione: indossa un reggiseno di supporto o una fasciatura per favorire la guarigione e ridurre il gonfiore.
• Controlli regolari: le visite di follow-up permettono al chirurgo di monitorare il processo di guarigione.
È comune avvertire un po’ di dolore e gonfiore nelle prime settimane. Alcune cicatrici potrebbero persistere, ma con il tempo si attenuano.
Benefici della Riduzione del Seno
I benefici di questo intervento possono essere molteplici:
• Miglioramento della postura: il seno più leggero può ridurre le tensioni muscolari e migliorare la postura.
• Aumento dell’autostima: molte persone si sentono più a loro agio con il proprio corpo dopo l’intervento.
• Libertà di movimento: poter svolgere attività fisica senza dolori o disagio rappresenta un vantaggio notevole per chi ha un seno voluminoso.
Possibili Rischi e Complicazioni
Come per qualsiasi intervento chirurgico, ci sono dei rischi, tra cui:
• Infezioni e sanguinamenti: possibili, ma generalmente evitabili seguendo le indicazioni del chirurgo.
• Perdita temporanea o permanente di sensibilità: specialmente nell’area del capezzolo.
• Cicatrici visibili: anche se si riducono nel tempo, le cicatrici sono una parte inevitabile dell’intervento.
È fondamentale rivolgersi a un chirurgo plastico qualificato e discutere approfonditamente delle aspettative e delle possibili complicazioni.
La Chirurgia di Riduzione del Seno è Adatta a Me?
La mastoplastica riduttiva è una scelta personale e va valutata attentamente. Generalmente, i candidati ideali:
• Sono in buona salute e mantengono un peso stabile.
• Hanno realistiche aspettative sui risultati dell’intervento.
• Provano disagi fisici o psicologici causati dal seno di grandi dimensioni.
Trattamento Chirurgico del Cancro della Mammella: Opzioni e Prospettive
Il trattamento del cancro al seno è un tema complesso che richiede un approccio multidisciplinare per garantire un percorso di cura su misura per ciascun paziente. Tra le opzioni terapeutiche, l’intervento chirurgico rimane uno dei pilastri principali, spesso accompagnato da radioterapia, chemioterapia, terapia ormonale e, in alcuni casi, terapie mirate. In questo articolo esploriamo le varie tecniche chirurgiche disponibili, il processo decisionale e le novità in campo medico per il trattamento del cancro alla mammella.
1. Obiettivi dell’Intervento Chirurgico
Il trattamento chirurgico del cancro della mammella si pone due obiettivi principali:
Asportare il tumore dalla ghiandola mammaria per ottenere il controllo locale della malattia.
Preservare, quando possibile, l’estetica e la funzionalità della mammella al fine di migliorare la qualità della vita della paziente.
La scelta del tipo di intervento dipende da diversi fattori, come le dimensioni del tumore, la sua localizzazione, lo stadio della malattia, e le preferenze della paziente.
2. Le Principali Tecniche Chirurgiche
A seconda dello stadio e delle caratteristiche del tumore, i chirurghi possono ricorrere a diverse tecniche chirurgiche, tra cui:
a. Chirurgia Conservativa (Quadrantectomia o Lumpectomia)
La chirurgia conservativa mira a rimuovere il tumore mantenendo la maggior parte del tessuto mammario sano. La quadrantectomia e la lumpectomia sono le tecniche più comuni di questo tipo. L’intervento si esegue principalmente nei casi di tumori in fase iniziale o di dimensioni ridotte rispetto al volume della mammella.
Questo approccio è spesso combinato con radioterapia post-operatoria per ridurre il rischio di recidiva. La chirurgia conservativa offre l’opportunità di preservare l’aspetto estetico del seno, e gli studi dimostrano che, per i tumori in fase iniziale, i tassi di sopravvivenza sono simili a quelli ottenuti con una mastectomia completa.
b. Mastectomia
La mastectomia comporta la rimozione completa del seno e può essere indicata in caso di tumori più avanzati o di tumori multipli all’interno della ghiandola. Esistono diverse varianti di mastectomia:
Mastectomia totale o semplice: rimozione dell’intero seno senza interessamento dei linfonodi ascellari.
Mastectomia con risparmio del capezzolo e dell’areola: opzione che preserva le strutture cutanee per consentire un risultato estetico migliore in caso di successiva ricostruzione.
Mastectomia radicale modificata: rimozione del seno e dei linfonodi ascellari.
Negli ultimi anni si è lavorato per rendere la mastectomia meno traumatica anche dal punto di vista psicologico, migliorando le tecniche di ricostruzione del seno per ridurre l’impatto estetico.
3. La Biopsia del Linfonodo Sentinella
La biopsia del linfonodo sentinella è un passo cruciale nella stadiazione del cancro al seno. Questo metodo permette di individuare il primo linfonodo (o gruppo di linfonodi) che riceve il drenaggio linfatico dalla mammella e che è più probabilmente coinvolto in una possibile diffusione tumorale.
Se il linfonodo sentinella risulta negativo (non contiene cellule tumorali), non è necessario procedere alla rimozione di altri linfonodi ascellari, riducendo il rischio di complicanze post-chirurgiche come il linfedema.
La Ricostruzione della Mammella: Un Viaggio Verso la Rinascita
La diagnosi di un tumore al seno è un momento devastante nella vita di molte donne. Dopo una mastectomia, la ricostruzione della mammella diventa non solo un’opzione chirurgica, ma anche un passo fondamentale verso il recupero emotivo e psicologico. In questo articolo, esploreremo le diverse tecniche di ricostruzione, i benefici e cosa aspettarsi durante il processo.
Cos’è la Ricostruzione della Mammella?
La ricostruzione della mammella è una procedura chirurgica che mira a ripristinare la forma e l’aspetto del seno dopo l’asportazione parziale o totale. Questo intervento può avvenire immediatamente dopo la mastectomia o in un secondo momento, a seconda delle necessità e delle scelte della paziente.
Tecniche di Ricostruzione
Esistono diverse tecniche di ricostruzione, ognuna con i propri vantaggi e considerazioni:
Espansione Tissutale: In questo metodo, un espansore viene posizionato sotto la pelle e il muscolo pettorale. Viene gradualmente riempito con soluzione salina per allungare i tessuti, preparandoli per l’inserimento di un impianto mammario.
Impianto Mammario: Una volta che l’espansione è completata, un impianto di silicone o soluzione salina viene inserito per creare la nuova mammella. Questa è una delle tecniche più comuni e offre risultati estetici soddisfacenti.
Ricostruzione con Innesto di Tessuto: Questa opzione prevede l’uso di tessuti prelevati da altre parti del corpo, come l’addome, la schiena o i glutei. Tecniche come il TRAM flap e il DIEP flap non solo ripristinano la forma del seno, ma utilizzano anche il tessuto autologo, offrendo un aspetto più naturale.
Tecniche ibride: Combinano impianti e tessuti autologhi per ottenere risultati ottimali. Queste tecniche possono essere personalizzate in base alle esigenze della paziente.
Benefici della Ricostruzione
Oltre ai benefici estetici, la ricostruzione della mammella può avere un impatto significativo sulla salute mentale e sul benessere delle donne. Molte pazienti riferiscono un aumento della fiducia in se stesse e una migliore qualità della vita dopo l’intervento. La ricostruzione può aiutare a ripristinare l’immagine corporea e a ridurre l’ansia associata alla perdita del seno.
Cosa Aspettarsi
Il percorso verso la ricostruzione può essere complesso e richiede una buona comunicazione con il proprio chirurgo. È fondamentale avere aspettative realistiche e comprendere i tempi di recupero. Ogni tecnica ha i suoi tempi di guarigione, e le pazienti devono essere pronte a gestire il processo in modo paziente e consapevole.
Conclusione
La ricostruzione della mammella è un viaggio di rinascita che offre a molte donne l’opportunità di riconnettersi con il proprio corpo dopo una diagnosi di cancro al seno. Consultare un chirurgo esperto e informarsi sulle opzioni disponibili è il primo passo verso una decisione consapevole. Ogni percorso è unico, e la ricostruzione può rappresentare un passo fondamentale verso la guarigione, sia fisica che emotiva.
Trattamento Chirurgico dell’Emicrania: Quando e Come Funziona
L’emicrania è una condizione debilitante che colpisce milioni di persone in tutto il mondo, spesso compromettendo la qualità della vita di chi ne soffre. Nonostante i numerosi trattamenti farmacologici disponibili, alcune persone non trovano sollievo con le terapie convenzionali. Negli ultimi anni, la chirurgia per l’emicrania ha iniziato a emergere come un’opzione innovativa e promettente per i pazienti che non rispondono ai trattamenti tradizionali. In questo articolo esploreremo le tecniche chirurgiche principali, i criteri di selezione dei pazienti, e i risultati attesi per coloro che scelgono questa strada.
1. Cos’è l’Emicrania e Come Viene Trattata Tradizionalmente
L’emicrania è un disturbo neurologico caratterizzato da forti mal di testa, spesso accompagnati da nausea, sensibilità alla luce e al suono, e in alcuni casi da aura visiva. Le cause non sono completamente comprese, ma si pensa che coinvolgano una combinazione di fattori genetici e ambientali che influenzano i nervi e i vasi sanguigni del cervello. Il trattamento dell’emicrania è generalmente farmacologico e comprende:
Farmaci per il dolore acuto, come triptani e analgesici.
Terapie preventive come beta-bloccanti, antiepilettici, o anticorpi monoclonali.
Modifiche dello stile di vita e tecniche di gestione dello stress.
Tuttavia, per una piccola percentuale di persone, questi trattamenti non sono sufficienti o causano effetti collaterali insopportabili. È in questi casi che si può considerare la chirurgia.
2. La Chirurgia per l’Emicrania: Come Funziona?
L’idea di utilizzare la chirurgia per trattare l’emicrania deriva dall’osservazione che molti pazienti riportano che la pressione su specifici nervi facciali può innescare o peggiorare il mal di testa. La chirurgia si concentra quindi sul rilascio di questi “trigger points”, ossia i punti di innesco che attivano il dolore emicranico.
a. Decompressione dei Nervi
La decompressione del nervo è una tecnica chirurgica in cui si liberano i nervi coinvolti dall’irritazione dovuta a muscoli, fasce o vasi sanguigni che li comprimono. La decompressione può essere eseguita su nervi specifici in base alla localizzazione del dolore:
Nervo sovraorbitario e sovratrocleare per emicranie frontali.
Nervo occipitale per emicranie che coinvolgono la parte posteriore della testa.
Nervo zigomatico-temporale per emicranie intorno alle tempie.
Questo intervento chirurgico è minimamente invasivo e può essere eseguito in anestesia locale o generale a seconda della tecnica e della zona trattata. In molti casi, i pazienti riportano una significativa riduzione della frequenza e dell’intensità degli attacchi.
b. Botox Come Diagnosi e Trattamento Temporaneo
Prima di procedere con l’intervento chirurgico, molti chirurghi testano l’efficacia della decompressione del nervo utilizzando iniezioni di Botox. Il Botox agisce rilassando i muscoli che potrebbero comprimere i nervi e, se le iniezioni riducono significativamente l’emicrania, il paziente potrebbe essere un buon candidato per la chirurgia.
3. Chi è un Buon Candidato per la Chirurgia dell’Emicrania?
Non tutti i pazienti con emicrania sono adatti alla chirurgia. La selezione dei candidati è cruciale per il successo dell’intervento. I pazienti ideali:
Non rispondono adeguatamente ai trattamenti farmacologici.
Hanno trigger point specifici identificabili.
Mostrano miglioramenti temporanei con iniezioni di Botox.
La consulenza con un chirurgo specializzato è essenziale per determinare se la chirurgia è appropriata. Inoltre, è importante escludere altre condizioni che potrebbero causare sintomi simili all’emicrania.
4. Rischi e Benefici della Chirurgia per l’Emicrania
Come per qualsiasi intervento chirurgico, la decompressione dei nervi comporta rischi che includono infezioni, cicatrici, e una potenziale insensibilità o parestesia nelle aree trattate. Tuttavia, per molti pazienti, i benefici superano ampiamente i rischi.
Benefici della chirurgia dell’emicrania:
Riduzione significativa nella frequenza e nella severità degli attacchi.
Miglioramento della qualità della vita e del benessere generale.
Riduzione della dipendenza dai farmaci.
Uno studio di revisione su pazienti sottoposti alla decompressione dei nervi ha mostrato che molti riportano miglioramenti duraturi anche fino a cinque anni dopo l’intervento.
5. Risultati e Prospettive Future
Le ricerche sulla chirurgia dell’emicrania sono ancora in fase di evoluzione, e gli specialisti sono alla ricerca di nuove tecniche per rendere questo intervento più preciso e personalizzato. Le tecnologie di imaging avanzato stanno aiutando a individuare con maggiore precisione i nervi coinvolti nel dolore, e gli studi clinici continuano a esplorare nuove opzioni per i pazienti refrattari.
Sebbene non esista una cura definitiva per l’emicrania, la chirurgia rappresenta un’opzione promettente per coloro che soffrono di forme gravi e resistenti al trattamento. La valutazione multidisciplinare con neurologi e chirurghi è fondamentale per determinare il percorso terapeutico più adatto.
Conclusioni
La chirurgia per l’emicrania è una procedura innovativa che può offrire sollievo a pazienti selezionati che non trovano beneficio dai trattamenti tradizionali. L’identificazione dei trigger point e l’uso della decompressione dei nervi sono aspetti chiave di questa tecnica, che può migliorare drasticamente la qualità della vita dei pazienti con emicrania cronica. Chiunque consideri questa opzione dovrebbe consultare un medico specializzato per capire se è un buon candidato e per discutere a fondo i potenziali benefici e rischi.
Fonti: Le informazioni sono basate su studi clinici recenti e le linee guida pubblicate dalle principali associazioni neurologiche e chirurgiche per il trattamento dell’emicrania.
Liposuzione: Cos’è, Come Funziona e Chi Può Beneficiarne
La liposuzione è uno dei trattamenti estetici più popolari al mondo per chi desidera migliorare la forma del proprio corpo rimuovendo accumuli di grasso localizzati. Questa procedura può offrire risultati notevoli e una maggiore definizione delle aree trattate, ma non è un’alternativa alla perdita di peso. In questo articolo esploreremo in dettaglio come funziona la liposuzione, i diversi metodi utilizzati, chi è un buon candidato e cosa aspettarsi prima e dopo l’intervento.
1. Cos’è la Liposuzione?
La liposuzione è una procedura chirurgica estetica finalizzata alla rimozione del grasso sottocutaneo in aree specifiche del corpo dove tende ad accumularsi, come addome, fianchi, cosce, glutei, schiena, braccia e mento. Sebbene possa migliorare il contorno del corpo, la liposuzione non è progettata per trattare l’obesità o per favorire il dimagrimento generale; piuttosto, è ideale per chi è già vicino al proprio peso ideale ma fatica a eliminare i cuscinetti di grasso resistenti.
2. Tipi di Liposuzione
Negli anni, la tecnologia della liposuzione ha fatto grandi progressi. Ecco le principali tecniche disponibili:
Liposuzione Tradizionale (Tumescent): Il metodo più diffuso e consolidato. Il chirurgo inietta una soluzione contenente anestetico locale e farmaci vasocostrittori nell’area da trattare, per ridurre il dolore e limitare il sanguinamento. Successivamente, una cannula (un sottile tubo metallico) viene inserita per aspirare il grasso in eccesso.
Liposuzione a Ultrasuoni (UAL): Questo metodo utilizza onde ultrasoniche per liquefare le cellule di grasso, facilitando la loro rimozione. È particolarmente utile per aree fibrose come il dorso e il petto.
Liposuzione Laser (SmartLipo): Utilizza energia laser per sciogliere il grasso prima dell’aspirazione e stimolare la produzione di collagene, con effetti benefici anche sulla tonicità della pelle.
Liposuzione Assistita (PAL): In questo metodo, una cannula meccanica vibra ad alta frequenza per disgregare le cellule adipose, riducendo il tempo necessario per l’intervento e limitando i danni ai tessuti circostanti.
Ogni tecnica presenta vantaggi specifici, e la scelta della metodologia dipende dall’area del corpo trattata e dalle preferenze del chirurgo e del paziente.
3. Chi è un Buon Candidato per la Liposuzione?
La liposuzione è un’opzione ideale per chi è già in forma, ha una buona tonicità della pelle e soffre di accumuli di grasso localizzato difficili da eliminare con la dieta o l’esercizio fisico. I candidati ideali:
Sono in buona salute generale e non presentano condizioni croniche come malattie cardiovascolari o diabete che potrebbero aumentare il rischio di complicanze.
Hanno un peso stabile e un BMI (Indice di Massa Corporea) vicino ai livelli normali.
Possiedono una buona elasticità cutanea, poiché la pelle flaccida potrebbe non adattarsi bene alla nuova forma del corpo.
La liposuzione non è raccomandata per chi desidera una riduzione di peso su larga scala o per chi ha una pelle eccessivamente flaccida.
4. Il Processo Chirurgico: Prima, Durante e Dopo
Prima dell’Intervento: Prima di procedere, il chirurgo valuterà lo stato di salute del paziente, il suo BMI e l’elasticità della pelle, oltre a discutere i risultati realistici. Saranno anche condotti test preliminari per assicurarsi che il paziente sia idoneo.
Durante l’Intervento: L’intervento può essere eseguito in anestesia locale o generale a seconda dell’area e dell’estensione. La durata varia da un’ora a tre ore, a seconda della quantità di grasso da rimuovere e della tecnica utilizzata. Una volta completata l’aspirazione, il chirurgo può effettuare piccole incisioni che verranno suturate.
Dopo l’Intervento: La fase post-operatoria richiede l’uso di indumenti compressivi per ridurre il gonfiore e facilitare la guarigione. Il recupero può durare da alcune settimane a un mese, a seconda dell’estensione della liposuzione. Potrebbero verificarsi lievi dolori, gonfiori e lividi, che scompaiono gradualmente con il tempo.
5. Rischi e Benefici della Liposuzione
Come tutte le procedure chirurgiche, la liposuzione comporta alcuni rischi, inclusi infezioni, sanguinamento, cicatrici, irregolarità della pelle e trombosi. È fondamentale scegliere un chirurgo esperto per ridurre questi rischi e seguire attentamente le istruzioni post-operatorie.
Benefici della Liposuzione:
Miglioramento del contorno corporeo e della definizione in aree specifiche.
Rimozione permanente delle cellule adipose, a condizione che il peso resti stabile.
Incremento dell’autostima e della fiducia in se stessi.
6. Risultati e Aspettative
I risultati della liposuzione iniziano a essere visibili dopo alcune settimane, con un miglioramento che continua fino a sei mesi dopo l’intervento, quando il gonfiore è completamente scomparso. Tuttavia, è importante tenere presente che un’alimentazione bilanciata e l’esercizio fisico costante sono necessari per mantenere i risultati ottenuti.
Conclusioni
La liposuzione è una procedura sicura ed efficace per rimuovere il grasso localizzato e migliorare la forma del corpo, a patto che si abbiano aspettative realistiche e che si mantenga uno stile di vita sano.
Hay muchas diferencias entre tipos de prótesis mamarias redondas, anatómicas y ergonómicas. Si tienes dudas sobre qué tipo de implante mamario es el más conveniente para ti en tu aumento de pecho.
Hay tres tipos de implantes mamarios para aumento de pecho: los redondos y anatómicos y los ergonómicos. A grandes rasgos las diferencias entre tipos de prótesis mamarias son:
Prótesis redondas. Como su nombre indica, de base redonda, con el punto de máxima proyección justo en la mitad del implante. El gel se reparte simétricamente por toda la superficie, con una forma redondeada y uniforme. El volumen que proporcionamos es igual en el polo superior e inferior.
Prótesis anatómicas. Con base redonda u ovalada, pero con proyección en forma de gota de agua, para simular mejor el pecho natural de la mujer. El punto de máxima proyección se encuentra en torno al 40% del implante, lo que quiere decir que la mayor cantidad de gel estará en la parte que queda en el polo inferior de la mama.
Prótesis ergonómicas. De base redonda pero rellenas con un gel adaptativo que desplaza su punto de máxima proyección según la posición en que se encuentre, cambiando la apariencia del implante según el movimiento de la paciente. Estas prótesis serán más parecidas a las anatómicas cuando se está de pie, y más parecidas a las redondas cuando se esté tumbada.
¿En qué casos son recomendables las prótesis redondas?
Al ser prótesis con una forma homogénea, son la protesi más indicadas en paciente que quieren un buen escote . Al implantarse por detrás del músculo pectoral, el aumento de pecho con prótesis redondas conseguirán un busto relleno y con buena definición.
¿En qué casos son recomendables las prótesis anatómicas?
Las prótesis anatómicas funcionan estupendamente para buscar una forma muy natural sin pronunciar mucho el escote .Su forma permite darle a la paciente un aumento de volumen mamario sin renunciar a un aspecto natural. Existen prótesis anatómicas más alargadas, más anchas, con más y menos proyección. En la consulta prequirúrgica el cirujano/a plástico deberá contemplar las expectativas de la paciente hasta dar con el modelo más adecuado.
Implantes mamarios ergonómicos
Las prótesis ergonómicas son el siguiente nivel en naturalidad de resultados y seguridad. Consigue un comportamiento de seno natural en el pecho implantado. Las prótesis mamarias ergonómicas se adaptan al movimiento y la posición de la paciente, manteniendo en todo momento la apariencia natural del pecho. Otra de sus grandes ventajas es que al presentar una flexibilidad inigualable, permiten una inserción más sencilla con una incisión más pequeña.
Marcas
Hay múltiples marcas de implantes en el mercado, algunas llevan muchos años a la venta como Eurosilicon, Mentor, Polytech y otras son más recientes como Motivas. No hay una diferencia sustancial en cuanto a la calidad, considerando que la silicona de grado médico se produce solo en una fábrica en el mundo y se trasforma en las varias fábricas de los productores de protesi.
Después de un aumento de senos es necesario llevar un sujetador especifico durante minimo un mes. Hay marcas de sujetadores ortopédicos especifico para cirugia mamaria, como VOE, Salome y otra que ,aun no son específicas , sirven como casi todas la de sujetadores deportivas ( Triaction).
Pero cuál son los requisitos de un sujetador post-cirugía. Lo mas importantes son que no lleva aros y que no lleve rellenos. Tampoco puede ser un Push-up. Es más cómodo que se pueda cerrar por delante y que sea de un material lo mas antialergico posible, como el algodón natural.